diciendo “hace mucho tiempo”,
todo lo que aquí te cuento.
tras el árbol más frondoso,
Son los duendes de los sueños,
pero le dicen “Bego”, nada más.
se fija en detalles tan pequeños
que siempre está distraída,
que se pasa buscando rarezas
Por fin, al cumplir diez años,
la nombraron duende de los sueños
y pasó a cuidar por las noches
los sueños de un niño pequeño.
los sueños de Miguel cuidarás”,
-le dijo la seño de los duendes-
“es como tú, te caerá genial”.
solo quería ser feliz, sin importarle
Una noche, mientras Miguel dormía,
Bego se asustó un montón,
y de hacer ruidos como un león.
Miguel se despertó sobresaltado
y al ver a una duende en su almohada
dio un brinco gigante en el colchón
que dejó a Bego despelucada.
Ella le explicó quién era,
mientras Miguel, anonadado,
la escuchaba atentamente,
a pesar de estar adormilado.
“Soy la duende que vigila tus sueños,
cada noche me quedo aquí,
las pesadillas que puedan venir;
pero hoy no me has dado tiempo,
te despertaste tan alborotado
quien más se ha asustado”.
A Miguel se le pasó el susto
¡tenía una duende de los sueños!,
¿cómo no iba a estar feliz?